Me encanta el arte como deleite para los sentidos, como expresión de los sentimientos y emociones…en fin, como un medio para la recreación del espíritu; pero, personalmente, me parece imprescindible el arte como medio para la transformación de la realidad. Me encanta el payaso como promotor de la catarsis colectiva, pero me apasiona el payaso como terapeuta y pedagogo, como transgresor y denunciante…